6 de julio de 2008

FRACASO ESCOLAR

El fracaso escolar, una realidad que nos preocupa

Son muchos los niños y niñas que llegan a una edad, a veces muy temprana, 11 o 12 años, sin ninguna motivación hacia los estudios. El fracaso escolar es una realidad muy preocupante actualmente. Para los padres y las madres es muy triste y son muchos los sentimientos negativos que afloran al comprobar, que tras mucho esfuerzo, ven concluir el curso de su hijo/a con tan malas notas e incluso con el planteamiento de tener que repetir curso.

Se siente mucha impotencia y en muchos casos no se sabe como afrontar la situación. Es importante reconocer la situación, aceptarla, localizar el fallo en el proceso educativo de nuestro hijo/a y tratar de superarlo. Para ello se hace preciso un análisis preciso de la causa o posibles causas del problema y abordarlo cuanto antes.

Si nos sentimos sólos tenemos que buscar ayuda, el fracaso escolar es un problema a abordar en común padres y educadores. Si dentro del entorno educativo no encontramos la ayuda necesaria tendríamos que plantearnos el asesoramiento de otro profesional si no nos vemos capaces de abordarlo solos/as.

El análisis

La escuelas de padres suelen ser muy efectivas a la hora de abordar estos temas y exponen una serie de ideas y pautas bastante buenas a la hora de analizar y buscar soluciones al fracaso escolar. Quizás valga la pena intentarlo.

Uno de los factores importantes a tratar en este problema tiene que ver con papel de los padres, como primeros educadores de nuestros hijos/as y la forma en que abordamos la comunicación con ellos/as.

La comunicación con nuestros hijos/as

Cuando nos damos de bruces con la realidad, puede ser tal la frustración y el dolor que solo nos centremos en culpar de forma constante a nuestro hijo/a. Sin darnos cuenta del daño que le causamos y de la falta de autoestima y seguridad que ello le provoca, le humillamos con expresiones del tipo " qué vago eres" " No vas a ser nada en la vida" " Si yo hubiera tenido la oportunidad..." " todo el mundo se va a reir de tí" y muchas otras expresiones que no solucionan absolútamente nada y tan solo le bloquean ya que puede llegar a creérselo y bloquear todo su desarrollo posterior.

Si existe un problema de falta la motivación, probablemente haya una o varias causas. Recalcarle lo vago que es, hacerle sentirse culpable e inútil, es lo más fácil, pero no sirve, al contrario, incide muy directamente en su autoestima y esto puede agravar el problema todavía más. Nuestros hijos/as necesitan sentirse queridos, valorados y reconocidos, necesitan estímulos que logren esa motivación y de ahí superen el nivel de esfuerzo que necesitan para lograr unos objetivos.

Sin apenas darnos cuenta, los años pasan, y nuestros hijos/as. Hemos cambiado nuestra actitud hacia él/ella. porque ya no es un niño/a ya apenas hablamos sobre sus gustos, sus intereses etc. La comunicación es cada vez más limitada y a ello se le suman las malas notas. La comunicación se reduce a expresarle nuestro malestar en forma de amenazas, etc.

Pasamos demasiado tiempo recriminándole por sus malas notas, por su falta de interés por los estudios, por lo mal que nos lo está haciendo pasar y es esa precísamente la primera actitud que debemos cambiar e invertir más tiempo en una comunicación eficaz, en buscar recursos, estrategias y en definitiva tratar de buscar una solución.

Los sentimientos

Nuestros hijos tienen que conocer los sentimientos que nos provoca su fracaso escolar pero trataremos de mostrarselos abierta y sinceramente. Expresiones como " Me siento mal" "Estoy triste" " Me duele mucho tu comportamiento". Son muy correctas. Intentaremos que esa transmisión de nuestros sentimiento se de más por una comunicación sincera de los mismos y no tanto a través del "reproche". Reconocer nuestros sentimientos y aceptar las situación para ver las causas del problema y buscar soluciones.

No es hora de sermones, sino de escucharles a ellos/as, y tratar de entender qué está pasando. Puede que tengan muchas razones por las que sus estudios no van bien y no les hemos dado la oportunidad de expresarse abiertamente. Analizar la relación con sus profesores y compañeros, para demostrarle que sus estudios nos interesan, analizar una posible falta de confianza en si mismo, para buscar la manera de que la recupere, enseñarle a no desanimarse y celebrar sus pequeños éxitos por mínimos, es una forma de abordar juntos el problema de manera eficaz.

Sus sentimientos también son muy importantes, quizás tenga mucha presión, no debemos agobiarle. Puede sentirse realmente triste, decepcionado y frustrado y con muchas emociones que no saben muy bien como manejar y se encuentra con nuestro rechazo y falta de comprensión, cuando lo que necesita es nuestro apoyo.

Si nuestro interés por él está focalizado solo en lo negativo y nuestra comunicación con él/ella se basa en reproches, críticas, chantajes, estamos poniendo un gran muro en la relación que nos lleva al un gran desconicimiento de su personma, de sus inquietudes, preocupaciones y necesidades.

Es cierto que nos sentimos mal, y es cierto que a medida que nuestro hijo/a crece, que sus relaciones con los demás y el entorno cambian, pero precísamente por ello tenemos que tratar de no distanciarnos. El hecho de que las cosas vayan mal, de su falta de interés por los estudios, no debe ser el centro de nuestras preocupación, ni debemos llevarle a pensar que le queremos más o menos por sus logros o fracasos. Le queremos tal cual, por él/ella mismo/a, con sus defectos y virtudes, con sus éxitos, pero también con sus fracaso, como persona, ante todo y no por lo que haga o por cómo se comporte.

Tiene que sentir que le queremos y que le respetamos y para ello tenemos que verle en su globalidad, interesarnos por sus aficciones, amistades, necesidades, preocupaciones, expectativas, sueños, en fin....por su vida en general. De lo contrario nos verá como "unos machacas", siempre con la misma historia y probablemente en el momento que nos dirijimos a él, lejos de atendernos, su actitud sera la de "descononectar".

De no ser así, mantener nuestros discurso lejos de enseñarle nada hará que se sienta pero y eso probablemente le bloquee más. Aquí también padre y madre debemos buscar el consenso y estar coordinados a la hora de afrontar la comunicación con nuestros hijos/ y marcar pautas claras de actuación.

Valores a educar

Debemos educarles en la responsabilidad, esta empieza desde muy pequeñitos, en casa, con las tareas del hogar. Está demostrado que aquéllos niños y niñas que colaboran en las faenas de la casa, sacan mejores notas.

También con sus tareas, es muy importante que les ayudemos, que estemos ahí, enseñarles a organizarse con su agenda, establecer horarios con tiempos de estudio y de descanso, estableciendo metas cortas y objetivos que pueda alcanzar y compensándole por los logros, animándole y reconociéndole el esfuerzo.

Si tiene problemas con las tareas, puede que tengamos que plantearnos el proporcionarle técnicas de estudio para cubrir esa necesidad. Quizás exista un problema con la lectura y la compresión de fondo. En cualquier caso podemos valorar la necesidad de un profesor particular que le enseñe a estudiar.

Pero tiene que aprender a esforzarse y que cualquier cosa que quiera conseguir en la vida, aunque tenga nuestro apoyo, va a necesitar esforzarse. Si les ponemos todo fácil, si consiguen todo sin el mínimo esfuerzo, si no les limitamos los privilegios cuando no son responsables y tienen conductas inadecuadas, si somos muy permisivos, muy difícilmente aprenderán a ser responsables de sus actos. Tiene que aprender a superarse y vencer las dificulatades.

Pero el cambio no es posible sin voluntad y la voluntad no es posible sin motivación. Trataremos de que entrenarle en conseguir pequeñas cosas, con resultados a corto plazo. Muchas veces no es cuestión de falta de inteligencia, sino de que se falta de voluntad le impide poner en práctica sus capacidades. Los pequeños pequeños avances que consiga, conseguirán motivarle. Esta motivación vendrá poco a poco y será todo un aprendizaje.

Uno de los trabajos más importantes para los padres y madres es averiguar la causa de su desmotivación y tratar con paciencia, ya que puede llevarnos tiempo en averigurar cual o cuales pueden ser las causas. No hay duda que que a veces todo el problema no está en él/ella, sino enque los contenidos que se imparten en la propia escuela no se ajustan con las necesidades reales de una sociedad en constante avance y cambio y que mucho de lo que aprenden no les servirá para nada. En cualquier caso trataremos de aumentar su motivación para lo que puede que la ayuda de un profesional sea muy necesaria.

Su principal enemigo está en sí mismo, la apatía, la pereza, la busqueda errónea de la comodidad, el egoísmo, su falta de visión de futuro. Tenemos que transmitirle que va a ser capaz y para ello tenemos que ser prudentes en nuestros mensajes a la hora de establecer una comunicación eficaz con nuestro hijo/a.

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